martes, 14 de julio de 2009

EL PELIGRO DE LOS NEO-POPULISMOS

No hay duda que lo que está sucediendo en Honduras es una clara consecuencia del fantasma de los neopopulismos que está recorriendo toda la región: Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, Zelaya en Honduras y, en menor grado, Correa en Ecuador. Todos ellos, con mayor o menor intensidad, afectos al régimen cubano, que cumplió 50 años bajo la mano dura de Fidel Castro y ahora de su hermano Raúl.

Dentro de este grupo de países no podemos ubicar a Argentina que, a pesar de sus devaneos populistas, conserva una sólida estructura de partidos políticos y bastante transparencia electoral; ni a Paraguay, que está iniciando un tortuoso camino de aplicación de las promesas pre-electorales en medio de una decidida oposición de los partidos tradicionales.

Y de ninguna manera podríamos ubicar en ese grupo a países como Brasil, Chile y Uruguay, de tendencia socialista, con un gran respeto a la constitución y a las leyes del país, con un sistema de partidos políticos fuertes y con un marcado acento social en sus programas.

En el Salvador, el presidente Mauricio Funes, periodista, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional- FMLN, apenas inicia su mandato para un período de seis años (2009-2014). En Guatemala, el Presidente Álvaro Colom Caballeros, del partido político de centro izquierda Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien se está defendiendo todavía de las acusaciones de haber ordenado el asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg Marzano, asunto que no se ha comprobado, está igualmente dando inicio a su gobierno, buscando el apoyo de grupos y partidos. En República Dominicana el Presidente Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana-PLD, inició en agosto del año pasado el segundo período presidencial consecutivo, con una buena aceptación de la población.

Otros gobiernos como los de Colombia, con Alvaro Uribe, y Perú, con Alan García del Partido Aprista Peruano, se ubican en posiciones de centro derecha, pero con tendencias populistas y, sobre todo, en el caso de Uribe con deseos de una prolongada reelección. En México el Presidente Felipe Calderón, ganador de las elecciones hace tres años por una exigua ventaja, ha realizado un gobierno serio y ha emprendido una lucha decidida contra el narcotráfico, pero no ha logrado llegar a la mayoría de la población, como lo demuestran los resultados de las últimas elecciones. En Panamá, el empresario Ricardo Martinelli, de 57 años de edad, ha sido, en este mes de julio de 2009, investido como nuevo presidente de Panamá para los próximos cinco años; y ya anunció su decisión de detener a la “izquierda populista” en Iberoamérica.

El decálogo del neopopulismo

Los países que hemos llamado de tendencia neo-populista (Chávez y compañía; y, de pronto, algunos de derecha) se caracterizan, entre otras cosas, por:

1. Acceder al poder por el voto popular, ejerciendo un liderazgo de tipo carismático personalista fuerte.

2. Una vez estando en el poder, golpear, de manera sistemática, todas las instituciones que no se plieguen a su voluntad: los medios de comunicación, los sindicatos, el sector empresarial, la Iglesia…

3. Someter a su arbitrio a los demás poderes del Estado: la Corte Suprema de Justicia, la Corte Electoral, el Congreso…

4. Convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el fin de elaborar una nueva Constitución y asegurar su reelección por tiempo indefinido.

5. Mantener posiciones aparentemente nacionalistas y definitivamente anti-imperialistas, creando paradójicamente, al interior de su propio país, un régimen autocrático.

6. Intervenir en otros países apoyando grupos, movimientos o partidos afines a su ideología.

7. Rechazar a organismos como la OEA y la ONU, si no se pliegan a su voluntad. Normalmente estos organismos no se atreven a intervenir en la marcha interna de los países ni tienen las herramientas necesarias, aún cuando se presenten fraudes electorales, cierre de medios de comunicación y actos violatorios a la Constitución nacional.

8. Manejar a su antojo los fondos del Estado con una actitud paternalista, controlando toda la actividad económica del país y pauperizando cada vez más a la población.

9. Crear grupos civiles de choque que atemorizan a la ciudadanía, especialmente a los inconformes y a quienes manifiestan opiniones diferentes a la posición oficial.

10. Darle preponderancia al Ejército, concediéndoles grandes beneficios económicos, lo mismo que prerrogativas en el ejercicio del poder político y dotándolos de un avanzado armamento.

En medio de la crisis, una palabra orientadora

Benedicto XVI, en su última encíclica, dentro de una visión articulada del desarrollo, pide, desde el punto de vista político, “la consolidación de regímenes democráticos capaces de asegurar libertad y paz”. (CIV 21)

Para esto es necesario que incluso las ayudas económicas vayan acompañadas de aquellas medidas destinadas a “reforzar las garantías propias de un Estado de derecho, un sistema de orden público y de prisiones respetuoso de los derechos humanos y a consolidar instituciones verdaderamente democráticas”.

Aún más, el Papa aclara que no es necesario que el Estado tenga las mismas características en todos los sitios. Pero, sí es urgente que el fortalecimiento de los sistemas constitucionales débiles vaya acompañado por el desarrollo de otras instancias políticas no estatales, de carácter cultural, social, territorial o religioso. “Además, la articulación de la autoridad política en el ámbito local, nacional o internacional, es uno de los cauces privilegiados para poder orientar la globalización económica. Y también el modo de evitar que ésta mine de hecho los fundamentos de la democracia”. (CIV 41)

Neopopulismo y Democracia

El Observatorio Pastoral del CELAM publicó hace dos años un volumen titulado “Neopopulismo y democracia. Experiencias en América Latina y el Caribe”. Este estudio, coordinado por los Doctores Rodrigo Guerra López y Francisco Porras, ha sido muy iluminador en este tema. También otros centros de estudio e investigación han venido trabajando en este campo, que necesita ser tratado más a fondo.

Leonidas Ortiz

Director

Observatorio Pastoral del CELAM

http://www.celam.org/principal/index.php?module=PostWrap&page=observa

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