viernes, 20 de noviembre de 2009

Estudiar y rezar

El Papa y los medios de comunicación


En el Mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año, al subrayar la importancia que tienen las nuevas tecnologías, he alentado a los responsables de los procesos comunicativos a todos los niveles, a promover una cultura del respeto por la dignidad y el valor de la persona, un diálogo arraigado en la búsqueda sincera de la verdad, de la amistad que no es fin en sí misma, sino capaz de desarrollar los dones de cada uno para ponerles al servicio de la comunidad humana. De este modo, la Iglesia ejerce lo que podríamos definir una "diaconía de la cultura" en el actual "continente digital", recorriendo sus caminos para anunciar el Evangelio, única Palabra que puede salvar al hombre. Al Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales le corresponde profundizar en cada elemento de la nueva cultura de los medios, comenzando por sus aspectos éticos, y ejercer un servicio de orientación y guía para ayudar a las Iglesias particulares a comprender la importancia de la comunicación, que representa hoy por hoy un punto firme e irrenunciable de todo plan pastoral. Las características de los nuevos medios hacen posible precisamente, incluso a amplia escala y en dimensión global, una acción de consulta, de intercambio, de coordinación, que además de incrementar una eficaz difusión del mensaje evangélico, evita en ocasiones una inútil pérdida de energías y recursos. Ahora bien, en el caso de los creyentes, la necesaria valoración de las nuevas tecnologías mediáticas debe ser apoyada siempre por una constante visión de fe, sabiendo que, más allá de los medios que se utilizan, la eficacia del anuncio del Evangelio depende en primer lugar de la acción del Espíritu Santo, que guía a la Iglesia y el camino de la humanidad.
(Discurso a los participantes en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales. Ciudad del Vaticano, 29-10-2009)
Tomado de http://lavozdepedro.blogspot.com/2009/10/medios-de-comunicacion-promover-una.html

viernes, 13 de noviembre de 2009

sábado, 31 de octubre de 2009

La relación entre Iglesia y Estado

Extraído de www.teologoresponde.com.ar

"Es deber indeclinable de la Iglesia iluminar las realidades temporales con la luz del Evangelio y abogar para que sus hijos (es decir, todos y cada uno de los bautizados) tenga la oportunidad de conocer cuál es la opinión de la misma sobre determinadas materias. Asimismo es deber de la Iglesia ayudar a que los católicos tengan la posibilidad de vivir en una sociedad donde esos valores sean respetados y favorecidos recurriendo a los medios lícitos a los que cualquier ciudadano puede apelar y abogando para que esos valores sean tenidos en consideración por las leyes estatales. No parecería justo negarle a la Iglesia la posibilidad de expresarse libremente cuando todas las otras confesiones e instituciones –aún las civiles- que componen la sociedad lo pueden hacer.

Por supuesto que nada de esto quita ni busca quitar la libertad que en definitiva tiene cada persona a la hora de decidir, sino sólo ilustrar y guiar hacia lo que se ve que es un bien a ser respetado por todos.

Recemos ambos para que en la sociedad humana podamos encontrarnos cada día más con un ambiente que nos permita vivir más como seres humanos e hijos de un mismo Padre."

P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.

jueves, 22 de octubre de 2009

miércoles, 21 de octubre de 2009

Felicidad

11 de octubre de 2009
http://padreguillermomarco.wordpress.com/
En septiembre partí con 20 jóvenes de mi parroquia a misionar en el Chaco. La gente nos esperaba con gran expectativa, Es difícil transmitir lo que se vive allí, si tuviera que titular esta nota debería ponerle. “como se puede ser feliz con casi nada” o por la negativa “Como se puede tener y no valorarlo” la primera frase vale para los de allá, la segunda para nosotros. Las risas, las miradas transparentes, la amabilidad en las costumbres, nacen casi espontáneamente de esta gente de campo, que da sin esperar recibir. Uno podría pensar que esta felicidad brota de lo que tienen, pero no es así. En primer lugar no tienen agua, la que usan la sacan de sus pozos o aljibes y hacía siete mese que no llovía. Sin lluvia no se siembra, por lo tanto no hay trabajo y la comida escasea. En salud no están mejor, nuestra médica detectó varios casos de desnutrición. En la salita de primeros auxilios, hacía tres meses que no tenían enfermera, la escuela es multigrado, hay chicos que en cuarto grado que leen y escriben con dificultad. Cuando llegué a Buenos Aires era lunes, la ciudad despertaba a su caos habitual, me crucé con gente bien vestida que caminaba como autómata con la cara larga. Otros se insultaban en el tráfico, el ruido y la agitación urbana me suscitaron la pregunta: ¿Por qué vivimos tan mal, teniendo tanto, y ellos son felices con tan poco?

La experiencia se repitió pocas semanas después, en la peregrinación a Luján, que no deja de sorprenderme año a año. Según datos de la policía 1.300.000 personas (300.000) más que el año pasado caminaron a Luján. ¿Cómo se junta tanta gente? No marchan porque los trajeron pagados, tampoco porque gastamos millones en publicidad en los medios. Tampoco porque es una maratón. Si así fuera la gente llegaría a la plaza de Lujan y se volvería a su casa. Pero no, la gente entra a rezarle a la Virgen. Allí en el enorme templo desprovisto de bancos, una marea humana entra a confiarle a esa madre pequeñita, sus agradecimientos y peticiones, Ella es quien los atrae cada año. 100 personas cortan una calle y son noticia. 1300.000 jóvenes caminan 70 km a Lujan y solo serán noticia si el Cardenal Bergoglio en la misa critica al gobierno. Como este año no lo hizo y además se murió la Negra Sosa, sencillamente fuimos invisibles. Entonces me percate de que lo que nos hace felices a muchos, no necesariamente es noticia.

Durante la semana que pasó estuve de retiro espiritual en un convento de monjas Benedictinas de clausura. Son mujeres que han renunciado a su libertad, para ser libres interiormente de las cosas del mundo. Todas visten igual, cantan con una sola voz armónicamente. Renunciaron a pintarse como una puerta, para estar más visibles o hermosas, si embargo hay que ver sus rostros, sus miradas para entenderlo todo, se las ve felices…Tres fenómenos distintos: pobres sin nada material, llenos de Dios; jóvenes que expresan su alegría a través del sacrificio y la alegría de llegar juntos a los pies de la Virgen. Mujeres que hicieron de la oración una forma de vida. En las tres experiencias volví a confirmar por donde pasa la búsqueda de la felicidad y recordé aquella frase de San Agustín: “Nos hiciste Señor para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no te encuentre a Ti”.

Pbro. Guillermo Marcó

lunes, 19 de octubre de 2009

Medios de comunicación del mundo desarrollado, autores de la visión negativa de África

Lunes 19 oct (RV).-

“África en los medios de comunicación de masas: los nuevos paradigmas de la información” fue el tema del encuentro, organizado por el Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales y Radio Vaticano, que se realizó en la sala Marconi de nuestra emisora, en el marco del Sínodo de Obispos para África, donde el tema de la comunicación ha sido una insistente preocupación de los padres sinodales.
Ante la presencia de cuatro obispos de República Democrática de Congo, Guinea Bissau, Benín y Uganda, el padre Federico Lombardi, director de Radio Vaticano y de la Oficina de Prensa de la Santa Sede puso de relieve la poca información, en especial, positiva que aparece en los medios de comunicación de los países en desarrollo, y al mismo tiempo, las dificultades para ofrecer información de primera mano, es decir, directamente de la fuente, sin que ello -como a veces sucede- represente un peligro para la persona o el medio.
Cada uno de los padres sinodales, en su mayoría, directores o responsables de las comunicaciones en sus países, coincidieron en la necesidad de usar los medios de comunicación como vehículos de la verdad, es decir, de informaciones correctas y justas sobre las causas, circunstancias y consecuencias de lo que acontece en sus regiones y países. En este sentido, ofrecieron ejemplos concretos de cómo los medios, en especial, las emisoras de radio han podido ser medios también de reconciliación y de paz ofreciendo informaciones claras y compensadas en situaciones de conflicto.
Precisamente sobre los medios de comunicación de la Iglesia, en África, nuestra enviada especial, Alina Tufani Díaz ha conversado con Monseñor Giuseppe Franzelli, obispo de Lira, en Uganda.
Sobre la imagen negativa que se da de África en los medios occidentales, ya sea por las guerras, la pobreza, la droga, el sida, y que conduce a una especie “afro pesimismo”, como lo definió el obispo de Bissau, monseñor Franzelli considera que toca a los africanos mostrar lo mejor de sí mismos.
Monseñor Franzelli está participando en la II Asamblea del Sínodo de Obispos para África. En este sentido le preguntamos si en efecto ha sido reflejada en su complejidad y amplitud la situación del continente.
Por último, el obispo de Lira, en Uganda, nos comenta cuál es su mayor desafío, su prioridad como pastor una vez que regrese a su diócesis.

http://www.radiovaticana.org/spa/Articolo.asp?c=327357

jueves, 15 de octubre de 2009

Aumento de población mundial no genera más hambre, dice Director de la FAO

ROMA, 13 Oct. 09 / 08:35 pm (ACI)


En su intervención en el Sínodo de los Obispos de África que se realiza en el Vaticano, el Director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jacques Diouf, desmintió el mito que plantean algunos sobre la directa dependencia del aumento del hambre en el mundo con el aumento de la población.

Así lo refirió el Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, Mons. Renato Volante, en entrevista concedida a L'Osservatore Romano ante la próxima vista del papa Benedicto XVI a la sede de este organismo, explicando que Diouf hizo esta explicación respondiendo a una de las preguntas de los padres sinodales.

El Nuncio explicó que este mito es "ciertamente un falso problema".

Ya en 1996, dijo Mons. Volante, Juan Pablo II lo señaló claramente: "Sería ilusorio creer que una estabilización arbitraria de la población mundial pueda directamente resolver el problema del hambre".

Entonces, continuó el Prelado vaticano, "el señor Diouf, de modo claro y sintético, ha repetido el mismo concepto: no es el número de la población la que crea el hambre en el mundo".

Lo que genera el hambre, explicó el Nuncio, "es la falta de agua, las diferencias entre un mundo opulento, que bota el alimento, y un mundo pobre, que no tiene alimento; es el escándalo de la destrucción de la comida en los países ricos que no pueden ser donados a países que sufren hambre por motivos jurídicos".

Estos, concluyó Mons. Volante, "son los elementos que crean el hambre en el mundo y no la población. Y a estos elementos debe atribuirse, con frecuencia, la falta de solidaridad y el egoísmo de muchos de nosotros".

Aumento de población mundial no genera más hambre, dice Director de la FAO

lunes, 5 de octubre de 2009

Urgen dirigentes católicos para rehabilitar ética en la política, dice Obispo argentino.

BUENOS AIRES, 05 Oct. 09 (ACI).- El Obispo de Posadas, Mons. Juan Rubén Martínez, insistió sobre la grave necesidad de que "en nuestro tiempo haya cristianos comprometidos, gente de recta conciencia, sobre todo laicos que comprendan que la santidad en su propia vocación está ligada no sólo con aspectos de su piedad personal que de hecho son imprescindibles, sino en la transformación de las realidades temporales, apostando por opciones que impliquen la evangelización de la cultura".
El Prelado reiteró que en nuestros días necesitamos la multiplicación de personas que "con el testimonio público de sus vidas sean signos de esperanza para nuestra gente", y señaló que ese estilo de liderazgo se necesita para "revisar y tener una medida desde donde evaluar a nuestra dirigencia política y social en nuestra patria y provincia, sobre todo en un contexto donde a veces podemos tener la tentación de la desesperanza cuando aparece más como horizonte el pragmatismo, los posicionamientos sectoriales que la necesidad de la magnanimidad y referencia al bien común".
"En un cambio de época, caracterizado por la carencia de nuevos estilos de liderazgo, tanto sociales y políticos, como religiosos y culturales, es bueno tener presente esta concepción del poder como servicio", dijo el Obispo de Posadas.
"Como Iglesia, este déficit nos cuestiona. En un continente de bautizados, advertimos la notable ausencia, en el ámbito político, comunicacional y universitario, de voces e iniciativas de líderes católicos, con fuerte personalidad y abnegada vocación, que sean coherentes con sus convicciones éticas y religiosas", lamentó.
Mons. Martínez alentó a los líderes de las organizaciones de la sociedad a participar en "la reorientación y consiguiente rehabilitación ética de la política", y les pidió, citando el último documento del Episcopado argentino para el bicentenario, que "se esfuercen por ser nuevos dirigentes, más aptos, más sensibles al bien común, y capacitados para la renovación de nuestras instituciones".
Por último, el Obispo sostuvo que "el mejor aporte a la esperanza en el contexto actual, y en camino a celebrar bien el bicentenario en nuestra Patria es aumentando la magnanimidad en nuestra sociedad y saliendo de nuestras mezquindades que siempre nos dañan".
http://argentinosalerta.org

lunes, 21 de septiembre de 2009

Lo que sólo la Universidad puede dar.

Hacía tiempo que la Universidad no acaparaba tantas noticias en los medios de comunicación como en este curso que terminamos. El motivo ha sido la reacción al Plan Bolonia de reforma de nuestro sistema universitario. Esta coyuntura ha provocado una interesante reflexión: la conveniencia de que la Universidad se adapte a las demandas de la sociedad. El enfoque que se dé a esta cuestión va a depender de cómo se entienda la misión propia de la Universidad; es decir, de si sabemos identificar cuál es el papel específico e intransferible que únicamente la institución universitaria puede desempeñar en la sociedad. Sólo así podremos realmente evaluar si una reforma mejora aquello que se dispone a cambiar.
Parece que una corriente influyente ve a la Universidad como una habilitación para el mundo laboral. Desde esta perspectiva, es lógico que se potencien la adquisición de conocimientos y de habilidades que sirvan al mercado de trabajo. Sin embargo, este planteamiento de la misión de la Universidad parece que olvida algo que los buenos profesionales tienen muy presente: que nunca se deja de estudiar.
No estoy diciendo que la preparación técnica no sea necesaria, pero sí que pienso que la Universidad está para algo más. El valor añadido que la educación superior puede proporcionar es, a mi modo de ver, el cultivo de una formación intelectual. Esta no consiste propiamente en ser erudito o en ser capaz de resolver problemas cada vez más difíciles. Consiste, más bien, en saber pensar, en saber ejercitar el intelecto, que es distinto de almacenar cosas en la memoria o de aplicar el método correcto.
Cualquier actividad intelectual gira fundamentalmente en torno a dos puntos: saber hacerse las preguntas pertinentes, y saber dar una respuesta consistente a esas preguntas. Muchas veces da la impresión de que las preguntas importantes para un universitario tienen que ver con las salidas profesionales de unos determinados estudios. Sin embargo, hay preguntas que se incuban en el interior de la persona, y que son más determinantes para la propia vida: ¿Cómo he de tratar a los amigos? ¿Quién es la persona con la que quiero formar mi futura familia? ¿Vale la pena arriesgarse por algo? ¿Hasta qué punto me compensa decir las cosas sin aparentar? ¿Son iguales todas las formas de divertirse el fin de semana? ¿Qué hace que algo sea efímero?
Precisamente durante los años de Universidad una persona se plantea este tipo de preguntas de un modo más candente. Se trata de un periodo decisivo, pues resulta inminente la salida a la vida profesional y social. Para estas cuestiones decisivas no sirve cualquier respuesta. Hay muchas posibles, pero algunas de ellas son más verdaderas que otras.
En esta búsqueda, la razón opera de un modo específico, distinto al que proporciona evidencias científicas. La ciencia es, de por sí, metodológica, esto es, ofrece métodos eficaces para verificar una hipótesis planteada. Pero este modo de funcionamiento sirve poco para las decisiones que hay que tomar. La vida no es un laboratorio, puesto que no es posible hacer experimentos. La vida es más bien un proyecto que hay que realizar. Para ese proyecto, la razón aprende de las experiencias compartidas, y a ella le corresponde comparar y apreciar los comportamientos más dignos. De ahí que se hagan más necesarias durante la época universitaria las disciplinas humanísticas, como son la literatura o la historia.
No obstante, estos conocimientos no son suficientes para avanzar en el camino de la vida con paso seguro. Tienen que ir de la mano de un ambiente que propicie esa búsqueda de la verdad. Es muy difícil avanzar en soledad por este camino porque fácilmente uno puede engañarse. Buscar la verdad es una tarea solidaria, que se hace acompañado de otro. En este sentido, resulta paradigmático el ejemplo de Sócrates, quien dialogaba para ayudar a sus interlocutores a detectar por sí mismos los planteamientos contradictorios que sostenían.
La misión de la Universidad puede sintetizarse en dos palabras: convivencia culta. En la medida en que proporcione un ambiente que facilite a los jóvenes estudiantes poder plantearse las grandes preguntas sobre el sentido de la vida y buscar las respuestas más verdaderas, la Universidad prestará un servicio que difícilmente puede realizar otra institución. Esto es debido a que la formación intelectual es algo más amplio que la formación académica o el aprendizaje de habilidades. Implica saber ejercer la inteligencia. En efecto, la inteligencia se ejercita cuando resolvemos ecuaciones o cuando invertimos en Bolsa, pero fundamentalmente tenemos inteligencia para dirigir nuestra vida.
A veces da la impresión de que el sistema educativo quiere equipar a los jóvenes con un cronómetro bien preciso. Parece que hay que saber hacer cosas útiles; y cuanto más útil sea aquello y menos tiempo requiera, mejor. Los jóvenes ya tienen suficientes cronómetros: más bien nos están pidiendo una brújula. La formación intelectual que se siembre en esta convivencia culta contribuirá a que cada universitario sea capaz de orientarse en el camino de su vida. No se trata tanto de saber hacer muchas cosas, sino más bien de discernir qué cosas vale la pena hacer.
El sistema universitario proporciona titulados al mercado laboral. Sin duda, es algo que viene bien para las empresas. Pero además de preparar buenos profesionales, la Universidad puede hacer algo más por aquellos ciudadanos que se encuentran en sus aulas, en atención a las necesidades sociales. Y es que la sociedad sobre todo demanda personas inteligentes que sepan dirigir su vida, para que así sean después competentes para dirigir la sociedad.

Tomás Baviera Puig
Director del Colegio Mayor Universitario de La Alameda, Valencia
Fuente: conoze.com

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Metodología para adquirir ciencia.

Puesto que solicitaste de mí, en Cristo mi muy querido Juan, de qué modo conviene avanzar en la adquisición del tesoro de la ciencia, tal consejo te doy a ti: que elijas entrar por los riachos hasta el mar y no inmediatamente en el mar, ya que conviene avanzar desde las cosas más fáciles hacia las más difíciles.
Esto es por lo tanto mi advertencia y tu instrucción: ordeno que tú seas lento en el hablar y que accedas lentamente al púlpito; ama la pureza de conciencia, no dejes de dedicarte a la oración, elige frecuentemente tu cuarto si quieres ser introducido a la celda de la sabiduría.
Muéstrate amable con todos; nada busques profundamente sobre los hechos de los otros; a nadie te muestres muy familiar, puesto que la excesiva familiaridad engendra el menosprecio y proporciona el pretexto para no estudiar. En cuanto a las palabras y hechos de los demás, de ningún modo te entrometas. Huye principalmente de los discursos. No dejes de imitar las huellas de los santos y de los buenos.
No tengas en cuenta a quien escuchas, sino aquello que de bueno se diga confíalo a la memoria. Haz que entiendas aquello que lees, certificándote sobre lo dudoso; y todo lo que hayas podido entender, procúrate guardarlo en el armario de tu mente, como deseoso te preocupas de llenar tu vaso.
No te propongas cosas más altas: siguiendo las huellas de aquel que sembró y produjo flores y frutos útiles en la viña del Señor, mientas tuvo a la vida de compañera. Si has seguido esto podrás llegar a aquello que aspiras.

Santo Tomás de Aquino

Obispo denuncia "persecución religiosa solapada" en campaña anti-crucifijo

TARAZONA, 15 Sep. 09 / 08:34 pm (ACI)


Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Tarazona (España)

El Obispo de Tarazona, Mons. Demetrio Fernández, salió al paso de quienes promueven el retiro de los crucifijos de los espacios públicos y advirtió que estas campañas ven a Dios como un estorbo, forman parte de la "persecución religiosa solapada" que afecta a España y confunden el concepto de estado laico, porque pretenden hacer de éste un país ateo.

Con ocasión de la fiesta de la Santa Cruz que la Iglesia celebra esta semana, el Obispo difundió una carta pastoral en la que advierte que "cuando se quiere quitar de la plaza pública a Dios, cuando se quiere prescindir de Dios, como si Dios fuera un estorbo, cuando se quiere arrancar del corazón de nuestros niños y jóvenes a Jesucristo, se quita el crucifijo de la escuela, de los hospitales, de todo ámbito de la vida pública".

Asimismo, respondió a "quienes pretenden quitar el crucifijo argumentan con razones de laicidad" y explicó que "esa laicidad, que tiene que suprimir a Dios para afirmarse a sí misma, es una laicidad sin futuro, es una laicidad que no hace bien al hombre. Es una laicidad que tiene que arrasar toda una historia, unas costumbres, una cultura, que es cristiana en sus raíces y en sus expresiones".

"Que el Estado es laico quiere decir que oficialmente no confiesa ninguna religión, pero al mismo tiempo favorece la religión de sus ciudadanos, porque considera la religión como un bien para el hombre, para los ciudadanos a los que sirve. Pero cuando suprime todo signo religioso, adopta una postura directa de ataque a lo religioso, que contradice la sana laicidad", aclaró.

En este sentido, señaló que "un Estado verdaderamente laico respeta las creencias y convicciones de sus ciudadanos, las favorece y las apoya siempre, porque la religión es una dimensión fundamental de la persona. Cuando, por el contrario, ataca las convicciones religiosas de sus ciudadanos (sean los que sean), deja de ser un Estado laico para convertirse en un Estado confesionalmente ateo. Porque sólo a los ateos les molesta Dios y los signos religiosos".

Mons. Fernández consideró que "en España, nos encontramos con una situación de verdadera persecución religiosa solapada, con este y con otros muchos hechos concretos. Es una persecución que recorta la libertad religiosa, particularmente la libertad de los católicos, porque a otras religiones quizá no se atrevan a perseguirlas por lo que pueda pasar. Se está gestando la nueva ley de libertad religiosa. A ver por dónde sale, pero, con estos preámbulos, nos tememos lo peor, sobre todo en el ámbito de la objeción de conciencia".

Tras destacar los elocuentes testimonios "de católicos coherentes, que respetando todas las leyes, plantan cara a esta persecución solapada, y tienen una eficacia insospechada", pidió a los creyentes seguir estos ejemplos.

"Quizá necesitamos que nos pinchen para reaccionar positivamente. Toma un crucifijo en tus manos, cuélgalo en tu pecho, llévalo siempre contigo. La señal del cristiano es la santa Cruz. Teniendo a Jesucristo, lo tienes todo. No te avergüences nunca de ser discípulo suyo. Con su ayuda y su evangelio, y sólo así, podrás mejorarte a ti mismo y podrás construir un mundo mejor", concluyó.

Ni gobiernos ni parlamentos pueden definir a la familia, dice Obispo

HUESCA, 15 Sep. 09 / 08:24 am (ACI)
Mons. Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos, en la Misa en Torreciudad

El Arzobispo de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín, presidió la Eucaristía por la 20º Jornada Mariana de la Familia en el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, en la provincia de Huesca, en la que recordó a los participantes que a la familia "Dios la hizo una institución natural", por lo que "no son los gobiernos ni los parlamentos los que tienen que decir qué es la familia".

El evento congregó cerca de 15 mil fieles de España, Francia, Polonia e Italia, quienes expresaron su devoción a la Virgen por medio de flores, frutos, cerámicas, fotografías, vino, productos del mar, camisetas y placas.

En su homilía, el Prelado llamó a las familias a redescubrir cada día "ese tesoro del cual eres depositario. Dios te ha bendecido con esos amores: con tu mujer, con tu marido, con tus hijos".

"Así, la familia será verdaderamente el santuario de la vida, será la garantía de que toda criatura que procede de esa entrega en fidelidad matrimonial, estará resguardada por la cuna más fuerte, que es el amor conyugal y familiar", añadió

Durante la jornada, se dio lectura al mensaje enviado por el Papa Benedicto XVI a los participantes. El Santo Padre los exhortó a dar "un incondicional sí a la vida", y pidió a los esposos "disponibilidad y abnegada entrega, y confianza mutua, fiel y fecunda".

La jornada concluyó con el rezo del Santo Rosario por la explanada, acompañando a la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad, y la Bendición con el Santísimo Sacramento.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Adopción por parte de homosexuales es marcha atrás en Uruguay, advierte Obispo

El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), Mons. Rodolfo Wirz, lamentó la reciente aprobación por parte del Senado de la ley que permite la adopción de niños por parte dee homosexuales y señaló que esta medida "es una decisión equivocada que va a perjudicar a toda la sociedad pero en especial a nuestros niños" y constituye "una marcha atrás para el desarrollo".

En declaraciones a ACI Prensa, el también Obispo de Maldonado, reiteró el respeto que tiene la Iglesia por las personas homosexuales pero precisó que cuando se trata el tema de la "adopción, es decir, de tutelar la educación de un niño o de una niña en la que está en juego la identidad, la complementación entre lo que es paternidad y maternidad, más allá del ámbito religioso, consideramos (que esta medida) no corresponde, es contraproducente y no favorece a nuestra sociedad".

"Creo que esta aprobación del proyecto de ley es una marcha atrás para el desarrollo de la sociedad. Además, ser el primer país latinoamericano en que se aprueba esta ley a favor de la adopción de los homosexuales no es ningún punto a favor, al contrario es lamentable, triste, porque así no se ayuda a aquellos niños o niñas que necesitan ser adoptados", dijo el Prelado en consonancia a lo expresado en agosto por el Arzobispo de Montevideo, Mons. Nicolás Cotugno, quien explicó las graves consecuencias de esta ley.

"Más allá de la Iglesia, toda la ciudadanía va a ser afectada. En este punto está en juego la educación de la vida humana", agregó.

Defensa de la familia

Ante esta medida, Mons. Wirz también señaló que "en la dimensión humanista es necesario defender la familia, no sólo como célula de la Iglesia sino célula de la sociedad, como la Constitución lo reconoce".

Es necesario, explicó, "defender esa relación estable entre un hombre y una mujer que tienen que ser fecundos física o espiritualmente, a través de la adopción. La familia necesita todo el apoyo legal, todo el aprecio de la sociedad, todo el aporte de la Iglesia en su dimensión espiritual, para que se consolide, para que siga siendo la célula base, porque sino entramos en un tema en que nos empantanamos".

Finalmente el Vicepresidente de la CEU aseguró a ACI Prensa que "sin duda la familia, más que antes, necesita un apoyo una defensa cada vez más explicita y directa. Creo que sobre este tema hay que hablar con claridad porque es algo que nos toca a todos. A la vez hay que hablarlo con cordialidad haciendo ver que es un beneficio la relación estable entre un hombre y una mujer, que forman un matrimonio".

domingo, 9 de agosto de 2009

Unir la verdad y la caridad

Editorial II - Diario La Nación
Domingo 2 de agosto de 2009 Publicado en edición impresa

Una sociedad globalizada nos hace cada vez más cercanos, pero no cada vez más unidos, según la última encíclica papal

El papa Benedicto XVI dio a conocer semanas atrás el texto de su encíclica Caritas in Veritate (Caridad en la v erdad), en la cual construye y propone la gran síntesis humanista que, a su juicio, resulta necesaria para superar los desafíos de la globalización y para iluminar el camino que conduce al desarrollo pleno de los hombres y de los pueblos.

Se trata de la primera carta documento de carácter social que produce el papa Ratzinger. Fue concebida y escrita para conmemorar los cuarenta años de la publicación de Populorum Progressio, la encíclica que Pablo VI dio a conocer en 1967, con el fin de arrojar luz sobre el siempre polémico tema del desarrollo de los pueblos.

Según la nueva encíclica, la caridad -es decir, el amor al prójimo en su manifestación más completa y cotidiana- es la gran vía maestra que nos introduce de lleno en el cuerpo armonioso de la doctrina social de la Iglesia. Nadie duda de que la caridad debe ser defendida y fortalecida de todas las maneras posibles. Pero es indudable también que a la caridad se la potencia e ilumina cuando se la une con la verdad, tarea que el Papa considera ineludible en un mundo como el de hoy, fuertemente inclinado a relativizar los valores o a desentenderse de ellos.

"Sin verdad, la caridad cae en un mero sentimentalismo", se afirma en un pasaje del flamante documento. A esos dos conceptos rectores se suman, en la visión que propone la encíclica, otros dos principios de rigurosa e ineludible vigencia: la justicia y el bien común.

A lo largo de la historia, asegura el texto, los hombres pensaron muchas veces que la creación e instrumentación de ciertas instituciones básicas era suficiente para garantizarle a la humanidad el avance sin desviaciones hacia esa meta fundamental que es el desarrollo de los pueblos. Pero las instituciones no bastan, asegura hoy el Papa, ya que el desarrollo humano integral es, ante todo, fruto de una vocación interior y requiere por lo tanto que los hombres asuman libre y solidariamente determinadas y concretas responsabilidades. Eso es lo que legitima, según el texto papal, la intervención de la Iglesia en la problemática del desarrollo.

Decir que el desarrollo es la respuesta a una "vocación" equivale a reconocer que nace, en lo más profundo, de un humanismo trascendente en el que está reflejada y contenida la esencia misma de la vida. La encíclica se refiere a este tema con palabras verdaderamente iluminadoras: "Una sociedad cada vez más globalizada nos hace cada vez más cercanos, pero no cada vez más unidos. La razón por sí sola es capaz de imponer la igualdad entre los hombres, pero no es suficiente para fundar la hermandad".

También analiza en profundidad los cambios producidos en la cultura y en la economía. Al amparo de la globalización, algunas regiones lograron superar el subdesarrollo, lo que demuestra que a veces los cambios ofrecen oportunidades positivas. Sin embargo, si se mira el escenario global desde la óptica de la "caridad en la verdad", estos vuelcos a escala planetaria encierran, por lo general, graves riesgos, a la vez que crean nuevas y dolorosas divisiones en la familia humana. Ante esos peligros, la respuesta adecuada consiste en interpelar a la razón y tratar de encontrar las dinámicas correspondientes en la perspectiva de la llamada "civilización del amor", como el propio Pablo VI lo sugería.

Este rico y extenso documento contiene muchas otras lecturas de la realidad lúcidas y valiosas, que el mundo no debiera desaprovechar. La encíclica se ocupa, entre otras cosas, de subrayar el valor y la importancia que adquiere la justicia distributiva para todos los hombres y para todos los pueblos, pero también para la eficacia de los propios sistemas institucionales ligados a la suerte de las economías de mercado. Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica. "No hay desarrollo pleno ni existe un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas", señala la encíclica, que reclama "ojos nuevos" y "corazones nuevos" para superar la visión materialista que muchos alientan de los acontecimientos humanos. Pide que las personas se acostumbren a vislumbrar en las cuestiones del desarrollo ese "algo más" que la técnica sola no puede ofrecer. Y pide, por último, la fuerza, la esperanza y la alegría que hacen falta para continuar luchando por el desarrollo "de todo el hombre y de todos los hombres".

Más allá de su rigurosa fidelidad al espíritu y a la inspiración religiosa propias de un documento eclesial de tan alto rango, la encíclica constituye ya un instrumento de imprescindible consulta en lo que concierne y toca a la realidad social, económica y política que envuelve al hombre de nuestro tiempo.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1157543

domingo, 2 de agosto de 2009

El Papa pide orar por los desplazados y la libertad religiosa de los cristianos

La Sala de Prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy las intenciones de oración del Papa Benedicto XVI para este mes, referidas a los desplazados y al derecho de los cristianos a practicar su fe.

La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de agosto es: "Para que la opinión pública se ocupe más del problema de los millones de desplazados y refugiados y se encuentren soluciones concretas para su situación frecuentemente trágica".

Su intención misional es: "Para que a los cristianos, que en no pocos países son discriminados y perseguidos a causa del nombre de Cristo, se les reconozcan los derechos humanos, la igualdad y la libertad religiosa, de modo que puedan vivir y profesar libremente su fe".

Ejecuciones de cristianos en Corea del N.

viernes, 24 de julio de 2009 - 17:52 GMT
Imagen de Kim Il-Sung

RedacciónBBC Mundo

Defensores de Derechos Humanos en Corea del Sur denuncian un aumento de las ejecuciones de cristianos en Corea del Norte, algunas de ellas en público.

El informe de varias organizaciones surcoreanas destaca el caso de una mujer que fue ajusticiada en público el mes pasado, en una localidad norcoreana cercana a la frontera con China.

Según indica Andre Vornic, corresponsal de BBC en Asia, la mujer fue acusada de distribuir biblias, espiar para Corea del Sur y Estados Unidos y colaborar con disidentes.

De acuerdo a las denuncias,los padres de esta persona, su marido y sus hijos fueron enviados a un campo de detención.

El corresponsal de BBC añade que aunque estas informaciones son muy difíciles de comprobar, Corea del Norte es conocida por su intolerancia hacia la religión.

Cristianos en la clandestinidad

El gobierno de Estados Unidos sostiene que el hecho de poseer una biblia en el país comunista puede ser motivo de torturas y desaparición, afirma Vornic.

Pero a pesar de la persecución, se estima que unos 30.000 norcoreanos practican el cristianismo en sus hogares y en secreto.

El periodista de BBC explica que en Corea del Norte, tal vez la sociedad más cerrada del mundo, sólo se puede venerar al fundador del país, Kim Il-sung, y a su hijo y actual líder, Kim Jong-il.

Las únicos actos masivos de fervor casi religioso son en honor de sus figuras, y es por esto que el régimen ve a la religión como una amenaza.

La posición de Pyongyang parece haberse endurecido en lo relacionado a derechos humanos y a la política de defensa en el último año.

Algunos analistas creen que puede ser una estrategia para apuntalar al gobierno de Kim Jong-il, al que se supone enfermo, durante el proceso de designación de su hijo, Kim Jong-un, como próximo líder.

martes, 28 de julio de 2009

Caritas in veritate afronta raíz misma de la crisis, dice Cardenal Bertone

ROMA, 28 Jul. 09 / 07:21 am (ACI)

El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, destacó que la nueva encíclica social del Papa Benedicto XVI, Caritas in veritate, busca enfrentar la “causa de las causas de la crisis” y propone soluciones para ir a la “raíz de estos males” para así “cambiar la percepción cultural que sostiene al sistema económico”.

Según informa la agencia italiana SIR, el Purpurado hizo esta afirmación al presentar la encíclica ante el senado italiano, en donde también explicó que este documento cuestiona el rol del “Estado interventista” pero no deja de señalar la importancia del “Estado regulador” así como también pide a las autoridades públicas “consentir el nacimiento de un mercado financiero pluralista, un mercado en el que puedan operar en condiciones de paridad objetiva sujetos diversos en cuanto concierne al fin específico de su actividad”.

Seguidamente el Cardenal precisó que en esto radica la importancia de la Caritas in veritate, en donde el Santo Padre sostiene que “hacer empresa es posible incluso cuando se persiguen fines de utilidad social y se promueve la acción con motivaciones de tipo pro-social”.

Para el Secretario de Estado la concepción del Papa sobre el mercado “se podría definir como una buena alternativa” que supera a las concepciones que ven al “mercado como lugar de imposición del fuerte sobre el débil; o respecto a la que está en línea con el pensamiento anarco-liberal, que lo ve como el lugar en donde se puede solucionar todos los problemas de la sociedad”.

La perspectiva que ha de instaurarse, dijo el Cardenal Bertone ante los senadores italianos, es la de un “humanismo en más dimensiones, en el cual el mercado no es combatido o ‘controlado’, sino que es visto como momento importante de la esfera pública –esfera que es más vasta que la estatal– que debe ser vivido como lugar abierto a los principios de reciprocidad del don, para así construir una sana convivencia civil”.

domingo, 26 de julio de 2009

La verdad robada sobre la verdad (parte 2 de 2)

El relativismo adopta varias formas :

1) El relativismo individualista es el que enseña que lo que determina la verdad de alguna afirmación es cada individuo, por tanto, habrá (o podría haber) tantas verdades cuantos hombres. Algo puede ser verdadero para Juan y no para José, y ambos tienen razón: “su razón”. En un importante periódico argentino leí (mayo de 2004) la siguiente afirmación comentando un partido de futbol: “el partido terminó con un justo empate; aunque también habría sido justo que ganara o uno o el otro”. ¡Tres casos de justicia en tres situaciones contradictorias! Sin embargo no fue el periodista del poco afortunado artículo quien inventó la barrabasada que se le ocurrió escribir, sino Protágoras de quien es la tesis de que “el hombre es la medida de todas las cosas”. Platón lo describe: “como decía Protágoras al afirmar que el hombre es la medida de todas las cosas; así, en consecuencia, como a mí me parece que son las cosas, tales son para mí; y, como a ti te parecen, tales son para ti” . De aquí se sigue que no hay una verdad sino infinitas, es decir: tantas cuantas personas distintas. Es fácil darse cuenta de que esto está muy divulgado en nuestra sociedad; nosotros lo escuchamos bajo el título de “punto de vista”: cada uno tiene sus “puntos” de vista. Y así tiene más valor la opinión que la verdad. Y no solamente cada uno tiene su verdad, sino que cada uno tiene derecho a formarse su verdad aunque se trate de temas que desconoce en su casi totalidad; por eso a un deportista se le pregunta su opinión no solamente sobre su deporte sino sobre cuestiones de moral, sobre el Papa, la filosofía y la historia; de todos modos el valor de lo que diga es relativo, sólo valdrá para él. Desde este punto de vista (el más divulgado tal vez) el relativismo es el principio de aislamiento más grande entre los seres humanos: el ostracismo de las inteligencias que quedan desterradas a los límites de su dueño. Con la aceptación de la filosofía relativista no puede haber maestros, hay tan solo orientadores de opinión, o mejor todavía, cada uno ofrece su opinión por si a alguien le gustaría hacerla suya. Curiosamente esto vale para todo... menos para los que enseñan el relativismo, pues su enseñanza de que todo es relativo y de que no hay verdades objetivas, ¡es lo más objetivo y universal que pueda afirmarse!, y ¡cuidado con quien la ponga en duda o sugiera tímidamente lo contrario u opine que tal vez haya algo que sea absoluto! Inmediatamente se lo destruye como al más peligroso fanático: el fanático que piensa que hay una verdad y que se puede morir por ella. “No hay ninguna verdad objetiva”, ¡esa es la más objetiva de las verdades!, dice el relativista. A pesar del absurdo que estarás percibiendo al leer estos renglones, más habrá de sorprenderte el saber que esto lo afirmó no un honesto pero rústico panadero sino un filósofo incensado como padre del relativismo, Augusto Comte, quien ya a los 19 años escribía: “todo es relativo, he aquí el único principio absoluto”. ¡Pobre Comte, de viejo decía las mismas tonterías!

2) El relativismo cultural es el que hace depender la verdad de la cultura histórica. Fue defendido por Oswald Spengler en su conocida obra La decadencia de Occidente. Cada cultura –china, hindú, egipcia, babilónica, greco-romana, árabe, americana, occidental– realiza su propia valoración de lo real, tiene su modo de comprender el cosmos, distinta de las demás culturas e irreductible a cualquiera de ellas. Ninguna cultura puede aspirar a que su valoración sea absoluta, universalmente válida. No cambia mucho del relativismo individual solo que es menos radical y en lugar del individuo coloca como fuente de la verdad-opinión a cada cultura o pueblo.

3) El relativismo sociológico fue creado y defendido por Émile Durkheim y hace depender lo que condiciona la verdad del juicio en los grupos sociales. “El grupo social presiona, según Durkheim, de modo irresistible e inconsciente sobre sus miembros, imponiéndoles normas de conducta y criterios de valoración. Esta coacción no se siente cuando el individuo acepta y cumple con las normas sociales y, por ello, cae en la ilusión de creer que es él mismo el que, espontánea y voluntariamente, se las impone. La fuerza de la presión social únicamente se pone de manifiesto al infringirse dichas normas... El individuo recibiría de la sociedad todo su mundo mental; el mundo ideológico del individuo sería el reflejo de la sociedad en que vive; lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, toda la gama axiológica, serían determinados en cuanto tales por el grupo social, y el individuo se limitaría a recibirlos pasivamente; se considera la sociedad como anterior al hombre y a la persona” . Nuevamente el trasfondo es el mismo, cambia el factor que determina cuál es la verdad.

4) El relativismo racista hace depender las verdades de la raza. Esta forma de relativismo fue defendida por el nazismo en general y de un modo particular por su teórico Alfred Rosenberg. “Toda manifestación cultural estaría determinada por la raza, que no hay que confundir con el grupo social, ya que una misma sociedad puede de hecho estar integrada por diversas razas. La filosofía, la ciencia, la moral, la religión, el arte serían la expresión de la raza, que en ellas plasma su fuerza vital. La raza sería el principio creador y el elemento condicionante de toda producción cultural, a la que habrá que valorar positivamente, si se trata de una raza superior, o negativamente, en los casos de las razas inferiores. Así, no habría nunca una verdad única, igual que no hay una raza única; habría sólo una verdad aria, otra eslava, otra judía, etc.” .

5) El relativismo político es hoy en día una de las formas más extendidas en nuestra sociedad; este relativismo, como su nombre lo indica, hace depender la verdad de los compromisos políticos, ya sea de los votos de la mayoría o de los pactos entre los partidos políticos o de otros modos de lograr el común acuerdo (consenso). Así si todos estamos de acuerdo en que el aborto sea legal, el aborto será realmente legal y por tanto bueno; si todos estamos de acuerdo en permitir la prostitución, ésta ya no será ni delito ni siquiera pecado; si la mayoría ha votado que se enseñe un error, eso dejará de ser un error para ser una verdad. Este relativismo, metido hasta los huesos en nuestra cultura, produce gravísimos daños empezando por el descalabro de la misma libertad humana. Sobre él ha escrito Juan Pablo II: “Con esta concepción de la libertad, la convivencia social se deteriora profundamente. Si la promoción del propio yo se entiende en términos de autonomía absoluta, se llega inevitablemente a la negación del otro, considerado como enemigo de quien defenderse. De este modo la sociedad se convierte en un conjunto de individuos colocados unos junto a otros, pero sin vínculos recíprocos: cada cual quiere afirmarse independientemente de los demás, incluso haciendo prevalecer sus intereses. Sin embargo, frente a los intereses análogos de los otros, se ve obligado a buscar cualquier forma de compromiso, si se quiere garantizar a cada uno el máximo posible de libertad en la sociedad. Así, desaparece toda referencia a valores comunes y a una verdad absoluta para todos; la vida social se adentra en las arenas movedizas de un relativismo absoluto. Entonces todo es pactable, todo es negociable: incluso el primero de los derechos fundamentales, el de la vida. Es lo que de hecho sucede también en el ámbito más propiamente político o estatal: el derecho originario e inalienable a la vida se pone en discusión o se niega sobre la base de un voto parlamentario o de la voluntad de una parte –aunque sea mayoritaria– de la población. Es el resultado nefasto de un relativismo que predomina incontrovertible: el ‘derecho’ deja de ser tal porque no está ya fundamentado sólidamente en la inviolable dignidad de la persona, sino que queda sometido a la voluntad del más fuerte. De este modo la democracia, a pesar de sus reglas, va por un camino de totalitarismo fundamental. El Estado deja de ser la ‘casa común’ donde todos pueden vivir según los principios de igualdad fundamental, y se transforma en Estado tirano, que presume de poder disponer de la vida de los más débiles e indefensos, desde el niño aún no nacido hasta el anciano, en nombre de una utilidad pública que no es otra cosa, en realidad, que el interés de algunos” .

¿Cuál es la crítica fundamental al relativismo? O mejor, para formularlo con lo que más puede interesarnos: ¿es verdad que no hay verdad? Y no lo estoy formulando mal, puesto que no hace falta preguntarnos si hay “verdad objetiva” puesto que verdad y verdad objetiva son conceptos realmente equivalentes; la verdad es la adecuación de nuestra mente con las cosas, por tanto o hay verdad objetiva (adecuada con la realidad) y por tanto válida para todos los seres inteligentes, o simplemente no hay verdad sino opiniones, que son apreciaciones diversas sobre las cosas. ¿Hay pues una verdad objetiva? Ya hemos dicho que “la crítica más esencial que se puede formular al relativismo, además de otras de carácter extrínseco como sería la demostración de la existencia de una verdad absoluta, de evidencias universales, está en que todo relativismo implica una contradicción intrínseca. Al mantenerse que ningún juicio goza de la propiedad de ser verdadero en sentido absoluto y que toda verdad es relativa surge, como consecuencia ineludible, que el juicio “toda verdad es relativa” tampoco puede tener carácter de validez absoluta, lo que destruye, con sus propias armas, al relativismo Si, dado un cierto factor condicionante, se admite como verdad que toda verdad es relativa, puesto otro factor distinto habrá que admitir como verdadero que toda verdad es absoluta, lo que es una contradicción con la tesis fundamental del relativismo. Aparte de esta inconsistencia general del relativismo, la crítica del relativismo sería parecida a la del escepticismo y subjetivismo” .

Más aún, la existencia de la verdad (de la verdad como algo objetivo y universal, invariable y superior a cualquier opinión humana) es una certeza de sentido común; tan de sentido común que basándonos en que hay verdades objetivas nos casamos, sembramos, nos subimos a un barco o a un avión, compramos y vendemos y nos dejamos matar defendiendo la patria o las personas que amamos. Porque no nos caben dudas que hay verdades objetivas repetimos refranes a modo de verdades objetivas cultivadas por la filosofía popular: “quien adelante no mira, atrás se queda”; “el que con lo ajeno se viste, en la calle los desvisten”; “las apariencias engañan”; “Dios le da pan al que no tiene dientes”; “una cosa es cacarear y otra poner huevos”; etc. ¿No supone esto que creemos en el valor objetivo de las cosas y de las verdades que las expresan? ¿Quien se casaría si aceptase que una cosa será la fidelidad para mí y otra para ti? ¿Quién se embarcaría si no estuviese seguro de principio por el cual un cuerpo sólido puede flotar en definidas condiciones o quien subiría a un avión basándose sólo en que el piloto opina que su avión es capaz de mantenerse en el aire?
Pero no sólo tenemos una certeza popular de la existencia y valor objetivo de la verdad sino una certeza científica de la misma. La verdad existe y que no puede ser negada, pues, como dice entre otros Tomás de Aquino, “quien niega la existencia de la verdad afirma implícitamente que la verdad existe, pues si la verdad no existiese, sería verdad que ella no existiría; y si algo es verdadero, es necesario que exista la verdad” . Parece un trabalenguas, pero es un silogismo... perfecto. Nuestra inteligencia es capaz de razonar y de alcanzar el ser de las cosas, la realidad. Conocemos el ser de las cosas, como nos enseña una sana filosofía y como reconocemos en la práctica, a pesar de que profesemos la más terca de las filosofías subjetivistas, pues el más craso negador de que podamos conocer la verdad absoluta de las cosas, es capaz de mover cielo y tierra para que le paguen su sueldo (¿cómo sabe que es suyo? ¿y si el patrón opina que no le tiene que pagar?), y cuidado con que le toquen su esposa o sus bienes, y en esto no valen opiniones ni el que cada uno tenga su verdad (también el ladrón dice tener su verdad, y esta es que le gusta más mi auto que el suyo y por eso decide apropiarse de él; ¿qué le responderé yo, miserable relativista? “Señor, si usted lo ve así, aquí tiene las llaves; disculpe si pensé mal de usted”.
Un relativista puede enseñar el relativismo durante toda su vida con plena convicción (lo que sería contrario al relativismo); pero si llegase a ir a un restaurante “relativista” y pidiendo liebre le trajesen gato porque el dueño del restaurante desde su punto de vista sostiene que el gato es igual que la liebre, no sólo puede ver derrumbarse su sistema en pocos segundos sino pasar el resto “relativo” de su vida en prisión por intento de homicidio de un propietario de restaurante. Todo relativista es, necesariamente, inconsecuente en la vida real.

Aún así a un relativista es difícil hacerle entender su error (no el demostrarle su error, sino conseguir que lo acepte) porque el relativismo es una forma de necedad, y la necedad suele ser no sólo un pecado sino el castigo en el que caen los que no tienen amor por la verdad. Se los puede, sin embargo, escarmentar del único modo que pueden entender: pidiéndoles que nos devuelvan nuestro dinero, pues para decirme que lo que me enseña sólo tiene valor para él y que es muy probable que yo tenga otra opinión, la cual él no piensa compartir pero tampoco refutar... mejor me devuelve mi dinero y me voy a casa, pues ¡eso lo puedo aprender solo!

Autor: R.P. Miguel Ángel Fuentes, IVE Fuente: Del libro "Las Verdades Robadas"
http://es.catholic.net/temacontrovertido/330/2527/articulo.php?id=24247

sábado, 25 de julio de 2009

La verdad robada sobre la verdad (parte 1 de 2)

¿Todo es relativo y en definitiva cada uno tiene su verdad?

Podemos conocer la verdad? ¿O todo es relativo y en definitiva cada uno tiene su verdad? Probablemente una de las primeras cosas que haga tambalear tu edificio intelectual o tu fe sea el relativismo, es decir, la concepción que no admite principios absolutos en el campo del conocer y del actuar. Normalmente un joven llega a sus estudios con una serie de principios o verdades que él admite como absolutas, ya sean convicciones de orden natural o sobrenatural (las verdades de fe) o verdades de certeza popular; un mal centro educativo comenzará a bombardear precisamente el valor de tales verdades. La primera verdad que te robarán es la convicción de que hay verdad, y que puedes conocer la verdad.
Para el relativismo cada uno tiene su verdad, cada uno alcanza las cosas con una visión propia y personal basada en sus gustos, su educación o sus intereses. No solamente se hace difícil, para quienes así piensan, lograr comprender adecuadamente lo que piensan los demás sino que es imposible lograr un acuerdo, puesto que no habría propiamente hablando una verdad objetiva válida y obligatoria para todos. Así se empiezan a demoler los principios religiosos, los criterios morales por los que nos regimos, y la víctima de este aplastante ataque se sumerge en una auténtica “depresión intelectual”.
El relativismo es el cáncer fatal que carcome la cultura contemporánea. Y sin embargo es también la falacia más grande que puede pasar por la mente humana y no puede hacerse aceptar a menos de engañarnos por medio de sutiles sofismas. El relativismo, en el ámbito del conocimiento, niega la posibilidad de alcanzar verdades universales y objetivas. En el ámbito moral es la negación de poder llegar a conocer los valores y bienes objetivos y actuar en consecuencia (o sea niega que pueda afirmarse que un comportamiento es malo para todos o que otro es siempre bueno). En la vida cotidiana caen en este error todos los que no aceptan verdades absolutas; los que sostienen que “cada uno tiene su verdad”, los que tachan de “fundamentalismo” a todos aquellos que mantienen con firmeza la verdad de la fe. Una de sus consecuencias más notables en nuestro tiempo es que ha abierto el camino para la New Age, la religión del relativismo: “El terreno [para la aceptación de la New Age] ha sido preparado por el desarrollo y la difusión del relativismo” .

Autor: R.P. Miguel Ángel Fuentes, IVE | Fuente: Del libro "Las Verdades Robadas"
http://es.catholic.net/temacontrovertido/330/2527/articulo.php?id=24247

sábado, 18 de julio de 2009

Qué es la teología de la liberación? ¿Qué se puede decir de ella?

Juan Pablo II y la 'Teología de la liberación'

El 16 de Octubre de 1979 es elegido Papa Juan Pablo II. A la fecha son muchas acciones en servicio a la Iglesia que sobresalen. Sus infatigables viajes iniciados con el de México (1979) han removido hondamente al mundo entero. En 1985 convocó un Sínodo Extraordinario de los Obispos para reflexionar sobre el Concilio Vaticano II, y urgir a los fieles en su conocimiento y aplicación. Sobresale, sin lugar a dudas, su preocupación por desenmascarar una corriente de pensamiento que se denomina Teología de la Liberación. En agosto de 1984 el Santo Padre Juan Pablo II aprobó una Instrucción de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe que pretende: 'atraer la atención de los pastores, de los teólogos y de todos los fieles, sobre las desviaciones y los riesgos de desviación, ruinosos para la fe y para la vida cristiana, que implican ciertas formas de la teología de la liberación que recurre, de modo insuficientemente crítico, a conceptos tomados de diversas corrientes del pensamiento marxista'. Se trata, por tanto, de toda una 'corriente de pensamiento que, bajo el nombre de `teología de la liberación' propone una interpretación innovadora del contenido de la fe y de la existencia cristiana que se aparta gravemente de la fe de la Iglesia, aún más, que constituye la negación práctica de la misma'.

La llamada 'teología de la liberación' asume el análisis marxista de la realidad y sus principios: a) materialismo histórico: que señala que las causas de los acontecimientos históricos son exclusivamente económicas y la historia es la historia de la lucha de clases, y b) la praxis: la verdad no es, sino se hace; lo que importa es la ortopraxis.

Estos principios de corte marxista los aplican a la interpretación del Evangelio y la práctica pastoral con lo que logran desfigurar nuestra fe. Para la 'Teología de la liberación'.

1. Jesucristo: es considerado no como verdadero Dios Encarnado que, con su Muerte y Resurrección, nos ha redimido, sino como un símbolo de la humanidad que lucha por la liberación de los 'opresores' y que muere en defensa de los pobres;

2. La Iglesia: debe tomar parte en la lucha pues la 'neutralidad' es imposible ya que equivale a estar con los poderosos. De ahí que debe tener una 'opción preferencial por los pobres' y constituirse en 'Iglesia del pueblo' que nace del pueblo, y que reconoce la jerarquía sacramental que es 'clase dominante' y por tanto debe ser combatida. (Puebla, nn. 262- 263).

3. La fe es reducida a 'fidelidad a la historia'; la esperanza a 'confianza en el futuro'; la caridad a la 'opción por los pobres'.

4. Los sacramentos: son 'celebraciones del pueblo que lucha por la liberación': se indoctrina en este sentido al pueblo por medio de homilías, cambios en la liturgia, etc., para que 'tomen conciencia de clase' y se les anima a la lucha contra la 'clase dominante'. Curiosamente, así la Iglesia viene a ser - según estos 'teólogos' - respecto a los pobres, lo que el partido comunista pretende ser respecto al proletariado.

5. La escatología es sustituida por el 'futuro de una sociedad sin clases' como la meta de la liberación en la que se habrá 'hecho verdad' el amor cristiano a todos, la fraternidad universal. Evidentemente se trata de un peligroso cúmulo de errores al ser una completa subversión del cristianismo.

Los errores pueden sintetizarse así:

a) El error radical está en el mismo 'principio hermenéutico' con el que se pretende interpretar el Evangelio para sacar de ahí una praxis: ese principio es el materialismo histórico, que niega la prioridad del ser sobre el hacer, y por tanto, de la verdad y el bien de la acción humana. Este principio es totalmente falso y no es demostrado ni demostrable;

b) La lucha de clases no sólo es un error porque sea contrario a la caridad (puede haber una guerra justa, existe la legítima defensa, etc.), sino que es un error sobre todo porque se le concibe como algo necesario, ineludible y constitutivo de la historia negando la libertad de la persona y su capacidad para dirigir la historia mediante esa libertad y contando con la Providencia Divina;

c) además de negar verdades fundamentales (sobre Cristo, la Iglesia, los Sacramentos, etc.), en la práctica, conduce a someter a la Iglesia a una dirección política determinada, no sólo ajena a su misión sobrenatural, sino que desemboca en una situación humana deplorable, como en el socialismo real, en el que la persona no cuenta ni se le reconoce su dignidad de hijo de Dios.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, puede darse una verdadera Teología de la liberación, es decir, del pecado y de sus consecuencias (no sólo de sus consecuencias materiales). 'Una de las condiciones para el necesario enderezamiento teológico es la recuperación del valor de la enseñanza social de la Iglesia' 'La enseñanza de la Iglesia en materia social aporta las grandes orientaciones éticas. Pero, para que ella pueda guiar directamente la acción, exige personalidades competentes, tanto desde el punto de vista científico y técnico como en el campo de las ciencias humanas o de la política. A los laicos, cuya misión propia es construir la sociedad, corresponde aquí el primer puesto' (Instrucción sobre algunos aspectos de la 'Teología de la Liberación' Libertatis nuntius, 6-VIII-84, XI, 14). La instrucción de VIII-84, 'anunciaba la intención de la Congregación de publicar un segundo documento, que pondría en evidencia los principales elementos de la doctrina cristiana sobre la libertad y la liberación'. La Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó con fecha 22-III-86, una segunda Instrucción 'Sobre la libertad cristiana y la liberación'. 'Entre ambos documentos - se lee en el segundo -, existe una relación orgánica. Deben leerse uno a la luz del otro'. La Instrucción de III-86, se 'limita a indicar los principales aspectos teóricos y prácticos' acerca de la libertad y la liberación; conceptos íntimamente relacionados entre sí, que deben entenderse en su justo sentido, pues aquellas 'desviaciones y los riesgos de desviación, ruinosos para la fe y para la vida cristiana' siguen vigentes y 'lejos de estar superadas, las advertencias hechas parecen cada vez más oportunas y pertinentes'. Algunos de los exponentes de la 'Teología de la Liberación' apoyándose en este segundo documento han pretendido hacer ver que la Iglesia 'aprueba' la errónea 'Teología de la Liberación' que ellos sustentan. Nada más lejos de la verdad. El segundo documento expone el verdadero concepto de la libertad: 'la libertad no es la libertad de hacer cualquier cosa, sino que es la libertad para el Bien, en el cual solamente reside la Felicidad. De este modo el Bien es su objetivo. Por consiguiente el hombre se hace libre cuando llega al conocimiento de lo verdadero, y esto - prescindiendo de otras fuerzas - guía su voluntad'. Explica, también, la necesidad de una liberación del mal, del pecado. El documento pone de manifiesto el papel que desde siempre ha hecho la Iglesia para ayudar al hombre: 'La Iglesia tiene la firme voluntad de responder a las inquietudes del hombre contemporáneo, sometido a duras opresiones y ansioso de libertad. La gestión política y económica de la sociedad no entra directamente en su misión (Const. past. Gaudiun et Spes, no. 42,2). Pero el Señor Jesús le ha confiado la palabra de verdad capaz de iluminar las conciencias. El amor divino, que es su vida, la apremia ha hacerse realmente solidaria con todo hombre que sufre. Si sus miembros permanecen fieles a esta misión, el Espíritu Santo, fuente de libertad, habitará en ellos y producirán frutos de justicia y de paz en su ambiente familiar, profesional y social' (no.61).


Fuente: www.teologoresponde.com.ar

miércoles, 15 de julio de 2009

“Ustedes son el futuro de Europa”, dijo el Papa a estudiantes

Ciudad del Vaticano, 15 Jul. 09 (AICA)

El papa saluda a los universitarios al ingresar a la audiencia

El papa saluda a los universitarios al ingresar a la audiencia

Antes de partir al Valle de Aosta donde pasará 15 días de vacaciones, Benedicto XVI recibió en la mañana del sábado 11 de julio a 1.100 participantes en el primer Encuentro europeo de Estudiantes Universitarios, promovido por la Comisión Catequesis-escuela-Universidad del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), para tratar el tema "Nuevos discípulos de Emaús. Como cristianos en la Universidad".
Tras recordar que la visita de los estudiantes al Vaticano tiene lugar el día de San Benito, patrono de Europa, el Papa dijo: "Ustedes están aquí juntos para ofrecer a las Conferencias Episcopales de Europa la disponibilidad para proseguir el camino de elaboración cultural que San Benito intuyó como necesario para la maduración humana y cristiana de los pueblos de Europa. Así será si, como discípulos de Emaús, encuentran al Señor resucitado en la experiencia eclesial concreta y en particular en la celebración eucarística".
"El compromiso misionero de ustedes en el campo universitario -agregó- consiste por lo tanto en dar testimonio del encuentro personal que tuvieron con Jesucristo, la Verdad que ilumina el camino de todo ser humano. Solo así nos convertimos en fermento y levadura de una sociedad vivificada por el amor evangélico".
"También la acción pastoral universitaria debe manifestarse en todo su valor teológico y espiritual, ayudando a los jóvenes a hacer que la comunión con Cristo los lleve a percibir el misterio más profundo del ser humano y de la historia".
En la Universidad, afirmó el pontífice, "la presencia cristiana se hace cada vez más exigente y al mismo tiempo fascinante, porque la fe está llamada, como en los siglos pasados, a ofrecer su servicio insustituible al conocimiento que, en la sociedad contemporánea, es el verdadero motor del desarrollo. Del conocimiento, enriquecido por la fe, depende la capacidad de un pueblo para saber mirar con esperanza al futuro, superando la tentación de una visión puramente materialista de la existencia y la historia".
"Ustedes son el futuro de Europa", dijo el Papa a los jóvenes. "La nueva síntesis cultural que en este momento se está gestando en Europa y en el mundo globalizado necesita el aporte de intelectuales capaces de reproponer en las aulas académicas el tema de Dios, o mejor, de hacer renacer ese deseo del ser humano de buscar a Dios al que me referí en otras ocasiones. La Iglesia en Europa confía en el generoso compromiso apostólico de ustedes, consciente de las dificultades, pero también del gran potencial de la acción pastoral en ámbito universitario".+

martes, 14 de julio de 2009

EL PELIGRO DE LOS NEO-POPULISMOS

No hay duda que lo que está sucediendo en Honduras es una clara consecuencia del fantasma de los neopopulismos que está recorriendo toda la región: Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, Zelaya en Honduras y, en menor grado, Correa en Ecuador. Todos ellos, con mayor o menor intensidad, afectos al régimen cubano, que cumplió 50 años bajo la mano dura de Fidel Castro y ahora de su hermano Raúl.

Dentro de este grupo de países no podemos ubicar a Argentina que, a pesar de sus devaneos populistas, conserva una sólida estructura de partidos políticos y bastante transparencia electoral; ni a Paraguay, que está iniciando un tortuoso camino de aplicación de las promesas pre-electorales en medio de una decidida oposición de los partidos tradicionales.

Y de ninguna manera podríamos ubicar en ese grupo a países como Brasil, Chile y Uruguay, de tendencia socialista, con un gran respeto a la constitución y a las leyes del país, con un sistema de partidos políticos fuertes y con un marcado acento social en sus programas.

En el Salvador, el presidente Mauricio Funes, periodista, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional- FMLN, apenas inicia su mandato para un período de seis años (2009-2014). En Guatemala, el Presidente Álvaro Colom Caballeros, del partido político de centro izquierda Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien se está defendiendo todavía de las acusaciones de haber ordenado el asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg Marzano, asunto que no se ha comprobado, está igualmente dando inicio a su gobierno, buscando el apoyo de grupos y partidos. En República Dominicana el Presidente Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana-PLD, inició en agosto del año pasado el segundo período presidencial consecutivo, con una buena aceptación de la población.

Otros gobiernos como los de Colombia, con Alvaro Uribe, y Perú, con Alan García del Partido Aprista Peruano, se ubican en posiciones de centro derecha, pero con tendencias populistas y, sobre todo, en el caso de Uribe con deseos de una prolongada reelección. En México el Presidente Felipe Calderón, ganador de las elecciones hace tres años por una exigua ventaja, ha realizado un gobierno serio y ha emprendido una lucha decidida contra el narcotráfico, pero no ha logrado llegar a la mayoría de la población, como lo demuestran los resultados de las últimas elecciones. En Panamá, el empresario Ricardo Martinelli, de 57 años de edad, ha sido, en este mes de julio de 2009, investido como nuevo presidente de Panamá para los próximos cinco años; y ya anunció su decisión de detener a la “izquierda populista” en Iberoamérica.

El decálogo del neopopulismo

Los países que hemos llamado de tendencia neo-populista (Chávez y compañía; y, de pronto, algunos de derecha) se caracterizan, entre otras cosas, por:

1. Acceder al poder por el voto popular, ejerciendo un liderazgo de tipo carismático personalista fuerte.

2. Una vez estando en el poder, golpear, de manera sistemática, todas las instituciones que no se plieguen a su voluntad: los medios de comunicación, los sindicatos, el sector empresarial, la Iglesia…

3. Someter a su arbitrio a los demás poderes del Estado: la Corte Suprema de Justicia, la Corte Electoral, el Congreso…

4. Convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el fin de elaborar una nueva Constitución y asegurar su reelección por tiempo indefinido.

5. Mantener posiciones aparentemente nacionalistas y definitivamente anti-imperialistas, creando paradójicamente, al interior de su propio país, un régimen autocrático.

6. Intervenir en otros países apoyando grupos, movimientos o partidos afines a su ideología.

7. Rechazar a organismos como la OEA y la ONU, si no se pliegan a su voluntad. Normalmente estos organismos no se atreven a intervenir en la marcha interna de los países ni tienen las herramientas necesarias, aún cuando se presenten fraudes electorales, cierre de medios de comunicación y actos violatorios a la Constitución nacional.

8. Manejar a su antojo los fondos del Estado con una actitud paternalista, controlando toda la actividad económica del país y pauperizando cada vez más a la población.

9. Crear grupos civiles de choque que atemorizan a la ciudadanía, especialmente a los inconformes y a quienes manifiestan opiniones diferentes a la posición oficial.

10. Darle preponderancia al Ejército, concediéndoles grandes beneficios económicos, lo mismo que prerrogativas en el ejercicio del poder político y dotándolos de un avanzado armamento.

En medio de la crisis, una palabra orientadora

Benedicto XVI, en su última encíclica, dentro de una visión articulada del desarrollo, pide, desde el punto de vista político, “la consolidación de regímenes democráticos capaces de asegurar libertad y paz”. (CIV 21)

Para esto es necesario que incluso las ayudas económicas vayan acompañadas de aquellas medidas destinadas a “reforzar las garantías propias de un Estado de derecho, un sistema de orden público y de prisiones respetuoso de los derechos humanos y a consolidar instituciones verdaderamente democráticas”.

Aún más, el Papa aclara que no es necesario que el Estado tenga las mismas características en todos los sitios. Pero, sí es urgente que el fortalecimiento de los sistemas constitucionales débiles vaya acompañado por el desarrollo de otras instancias políticas no estatales, de carácter cultural, social, territorial o religioso. “Además, la articulación de la autoridad política en el ámbito local, nacional o internacional, es uno de los cauces privilegiados para poder orientar la globalización económica. Y también el modo de evitar que ésta mine de hecho los fundamentos de la democracia”. (CIV 41)

Neopopulismo y Democracia

El Observatorio Pastoral del CELAM publicó hace dos años un volumen titulado “Neopopulismo y democracia. Experiencias en América Latina y el Caribe”. Este estudio, coordinado por los Doctores Rodrigo Guerra López y Francisco Porras, ha sido muy iluminador en este tema. También otros centros de estudio e investigación han venido trabajando en este campo, que necesita ser tratado más a fondo.

Leonidas Ortiz

Director

Observatorio Pastoral del CELAM

http://www.celam.org/principal/index.php?module=PostWrap&page=observa

lunes, 6 de julio de 2009

Comunicado de la Conferencia Episcopal de Honduras

Domingo, 5 jul (RV).-
Luego de una reunión convocada ante la grave situación que vive el país centroamericano, el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras leyó este sábado, en cadena de radio y televisión un comunicado donde reafirma la posición de la Iglesia en cuanto al llamado a un verdadero diálogo entre todos los sectores de la sociedad para que se pueda llegar a soluciones constructivas. Esta posición ya había hecho pública en un mensaje difundido hace tres semanas, el 19 de junio.
Para su pronunciamiento, los obispos hondureños se basan en el artículo 239 de la constitución que prohibe el proponer reformas, de modo que quien actúe en ese sentido se coloca automáticamente al margen de dicha constitución. Y constatan que se actuó conforme al derecho vigente cuando el pasado 26 de junio la Corte Suprema de Justicia nombra un juez natural que gira la orden de captura contra el ciudadano Presidente de la República de Honduras, al señalársele los delitos de: Contra la forma de gobierno, traición a la Patria y usurpación de funciones. Y plantean que todos merecen una explicación de lo acaecido el 28 de junio.
En la tercera parte del comunicado de la Conferencia Episcopal Hondureña, leído por el cardenal Rodríguez Maradiaga, se hace un llamado a quienes conducen en la actualidad al país a no dejarse llevar por los egoísmos, la venganza, la persecución, la violencia y la corrupción, y a buscar caminos de entendimiento y reconciliación. También invitan a la población en general a continuar en un espacio de participación respetuosa y responsable, entendiendo que todos pueden contribuir a construir una Honduras más justa y solidaria. Los obispos en su comunicado también hacen un llamado a los organismos internacionales a que no sólo se fijen en lo acontecido el 28 de junio con el Presidente en funciones en ese momento, sino a que también valoren con conciencia los antecedentes, y sobre todo a que se pronuncien ante amenazas bélicas que se hicieron en contra de ese país.
Luego de la lectura del comunicado, el Cardenal Rodríguez Maradiaga, citando el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia cuando habla del Sistema de la Democracia, dijo que la Iglesia aprecia el sistema democrático en la en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica.
Y se dirigió al Presidente depuesto.
Texto completo del comunicado:

Papa considera indispensable en Haití el apoyo a familias necesitadas y proteger a mujeres y niños, víctimas de violencia, abandono o injusticia

Lunes, 6 jul (RV).-
Benedicto XVI recibió este lunes en audiencia al señor Carl-Henri Guiteau quien presentó al Pontífice las cartas que lo acreditan como Enviado Extraordinario y Plenipotenciario de Haití ante la Santa Sede. El Papa recordó que el embajador conoce bien su misión, puesto que ya ejerció el mismo cargo ante la Sede Apostólica de 2002 a 2004. Y le agradeció el mensaje cordial que le envía el presidente de la República, René García Préval, mientras pidió al diplomático que exprese, en su nombre, sus mejores deseos para su persona y para todos los haitianos, deseándoles que puedan vivir en la dignidad y en la seguridad así como constituir una sociedad cada vez más justa y fraterna.
El Santo Padre destacó que el embajador había mencionado en su saludo la próxima celebración por los 150 años de la firma del Concordato entre el Vaticano y Haití. Y en este sentido, el Papa manifestó su alegría por los numerosos frutos que estos Acuerdos han producido para la Iglesia y para la Nación. Y destacó, a continuación, que durante los últimos meses, este país ha conocido catástrofes naturales que han causado graves daños sobre todo su territorio nacional. Las numerosas destrucciones causadas por los huracanes en el ámbito de la agricultura ha empeorado la ya difícil situación de numerosas familias, dijo el Papa. Por esta razón, expresó su deseo de que la solidaridad internacional siga manifestándose.
En efecto, tal como afirmó Benedicto XVI es necesario que en este período especialmente delicado de la vida nacional, la comunidad internacional envíe señales concretas de apoyo a las personas que padecen necesidades. Y recordó que, por otra parte, durante estos últimos años, numerosos haitianos dejaron su país con el fin de buscar en otra parte recursos para mantener a sus familias. Por eso, dijo el Papa, es deseable que, a pesar de las situaciones administrativas a veces problemáticas, se encuentren algunas soluciones rápidas para permitir que estas familias vivan reunidas.
El Pontífice añadió que esta vulnerabilidad de su país a las inclemencias, a veces violentas, también condujeron a una mejor toma de conciencia sobre el hecho de que hay que cuidar de la creación. Porque como dijo el Papa, hay en efecto una clase de relación del hombre con la creación que debe conducirlo a respetar cada realidad. De ahí que añadiera que la protección del medio ambiente es un reto para todos, ya que se trata de defender y valorizar un bien colectivo, destinado a todos, responsabilidad que debe incitar las generaciones presentes a tener la preocupación de las generaciones futuras.
Al respecto, Benedicto XVI afirmó que la explotación desconsiderada de los recursos de la creación y sus consecuencias, que generalmente afectan seriamente la vida de los más pobres, sólo podrá enfrentarse eficazmente gracias a elecciones políticas y económicas conformes a la dignidad humana, así como a una cooperación internacional efectiva. Y añadió que en su país las señales de esperanza no faltan, porque se basan en los valores humanos y cristianos que existen en la sociedad haitiana, como el respeto de la vida, el apego a la familia, el sentido de las responsabilidades y, sobre todo, la fe en Dios que no abandona los que se confían en él. Por eso agregó que el compromiso a favor de estos valores permite evitar los males que amenazan la vida social y familiar. Y fomentó vivamente los esfuerzos de todos los que en su país contribuyen a desarrollar la protección de la vida y a volver a dar a la institución familiar toda su importancia, encontrando, en particular, el valor del matrimonio en la vida social.
Después de afirmar que es indispensable proporcionar un verdadero apoyo a las familias necesitadas y garantizar una protección eficaz a las mujeres y a los niños que a veces son víctimas de violencias, abandono o injusticia, el Papa se refirió a la educación de los jóvenes como una prioridad para el futuro de la nación. Y destacó que en este ámbito, la Iglesia Católica aporta una notable contribución, tanto por sus numerosas instituciones educativas como por su presencia en las regiones rurales y distantes, o también por la calidad de la educación y la formación que aportan las escuelas católicas; mientras mostró su satisfacción porque tanto las autoridades como la población, aprecian a estas instituciones.
El Pontífice aprovechó esta feliz ocasión para saludar calurosamente a la comunidad católica de su país que, guiada por sus obispos –dijo-, da prueba generosamente del Evangelio; y tras garantizarle que en su nueva misión encontrarán siempre ante sus colaboradores la comprensión y el apoyo que les serán necesarios, invocó de corazón la abundancia de las bendiciones divinas sobre su persona, su familia, sus colaboradores así como sobre todo el pueblo haitiano y sobre sus dirigentes.